Religión Organizada o Relación Genuina

Desde hace miles de años, el hombre se ha encontrado en esa búsqueda constante de lo divino. Las Escrituras dicen que D!os colocó eternidad dentro de nosotros. Quizá por eso es que tenemos esa sed de algo más allá de lo material. Tenemos un recuerdo lejano de nuestro hogar en el cielo. Sentimos el olor a D!os en la creación, un perfume que quedó impregnado en nuestra alma y que nos invita a discernirlo.  

Y sí. El hombre se hizo una imagen de D!os, o más bien, muchas imágenes de D!os. Necesitaba representarlo, conceptualizarlo, pero se quedó corto con su mente tan limitada, tan finita.  Y trató también de llegar a Él, de discernir sus pensamientos, de alcanzarlo, de religarse a Él. Como que había un recuerdo lejano de nuestro Edén, de nuestro lugar junto al suyo. Y nos trazamos varios caminos, varios métodos y varias formas de regresar. Religiones y por ende religiones organizadas. Y en nuestro afán distorsionamos su imagen y nos distorsionamos a nosotros mismos.

Pero desde el inicio en el Edén D!os dio una esperanza; una promesa. Que vendría de la simiente de la mujer aquel que pondría fin a las obras del gran engañador, de aquella serpiente antigua que nos llevó a la perdición. Y cuando el tiempo se cumplió, apareció el Hijo del Hombre. El carpintero, el rabino Jesús.

El hombre fuera del tiempo y de los conceptos. D!os caminando entre nosotros e iniciando una relación con el hombre. Y Él traspasó los rituales, los mitos, las leyes, los conceptos y la estructura impuesta por la religión organizada, simplificando el trayecto y mostrándonos que D!os es padre. Nuestro padre! Y que está esperando por nosotros. Nos dijo ¨arrepientanse¨que significa ¨cambien de mente, ¨cambien de forma de pensar y de actuar¨. Y se acercó haciéndonos ver que de nada nos son necesarios ya los rituales, las estructuras religiosas, etc. Porque no se trata de nuestros métodos por alcanzarlo, sino de su acercamiento a nosotros sin ningún requisito ni condición, más que el de ser humildes, arrepentirnos y rendirnos a Él.

Él se acercó. Él dio el primer paso. Él nos amó. Él se entregó por nosotros. Él inició esta relación extraordinaria con nosotros. Ahora nos corresponde a nosotros decirle sí a su amor incondicional y rendirnos por completo a Él.  No se trata de religión organizada, se trata de una relación genuina, una amistad.  Porque no es lo mismo pertenecer a una religión organizada (católico, evangélico, mormón, etc.) que tener una relación con Jesús.

Una relación con D!os sobrepasa por mucho los límites de la religión organizada. En el primer caso es el hombre tratando por sus medios de buscar a D!os. En el segundo caso es D!os buscando al hombre y el hombre rindiéndose cada día a Él.