EN ESTE 2014, TÚ ERES EL HIT NÚMERO:

jueves, 20 de febrero de 2014

Necedad

¿Y a donde van… todos los mentirosos?
A tu casa. A tu puerta. A tu dintel.

Quieren vino de tu cosecha muerta
de tus labios, tus senos y tu insensatez

De tu leche agria quieren beber
Y nunca se sacian sus almas sedientas

Aquellos que no tienen nada que hacer
que el ocio es su vicio,
son un desperdicio

Son ciegos, son cortos de entendimiento
y piensan que en tí, hallaran su sustento

Ahí en el rescoldo de tu insensatez
ahí entre tu brazos, infamia, ignominia

Tu escuela es letal y tu ciencia es carnal
tu fruto es mortal como el más inmoral.

martes, 18 de febrero de 2014

El gran resemantizador de la Historia

Las palabras son signos. Y los signos se forman por un significante y un significado. De una palabra, su significante puede ser su sonido, su grafismo, su escritura. Y posee también un significado, que es el objeto representado por el significante, la idea, el concepto que se encierra en el significante. Si yo digo o escribo “casa”, tú la puedes leer y al hacerlo tendrás en tu mente la imagen de una casa en sí. O el concepto de “casa”.
Ya lo decía hace siglos San Agustín, que las palabras son signo de las cosas, y que en ocasiones también son signo del pensamiento. Las palabras se pueden resemantizar. La resemantización es un proceso en el que a una palabra se le da un nuevo significado.
Los humanos a menudo resemantizamos palabras e incluso imagenes y expresiones. Me parece que los medios de comunicación y la publicidad hacen que este proceso sea más rápido. Podemos encontrarle nuevos sentidos a las palabras o a las imagenes ya creadas. Esto es fruto de nuestra creatividad y de nuestra habilidad para comunicarnos.
Hoy quisiera hablar acerca de un símbolo, una imagen, una palabra que fue resemantizada a nivel universal y nos ha alcanzado a todos. Es la cruz.
La cruz era un instrumento de tortura empleada por los romanos hace miles de años atrás. De hecho era el más espantoso castigo, que podía tener al crucificado sufriendo por horas e incluso días antes de exhalar. Probablemente la causa principal de la muerte en la cruz pudo haber sido asfixia.
Jesús vino a sufrir la cruz como un criminal. Tomó el peor castigo por causa nuestra. Tomó nuestros pecados y los cargó consigo en a cruz. Isaías profetizó acerca de él diciendo que “el castigo de nuestra paz fue sobre Él y por sus llagas fuimos sanados.” En esa cruz murió, pero al tercer día resucitó de entre los muertos. Los 4 evangelios históricos nos dan testimonio de ello.
La cruz tenía un significado espantoso. Y lo sigue teniendo, en cuanto a dolor, castigo y muerte. Pero desde que Jesús la sufrió cobró sentido paradógico. Él le dió un nuevo sentido a la cruz. Con sus sacrificio y sangre la resemantizó. Ahora podemos ver como el simbolo de la cruz se usa en los cementerios con un sentido de fe y esperanza. ¿Qué ocurrió?
Sin duda, esto se responde en la resurrección de Cristo. En la cruz bebió el pecado y el fruto del mismo que es la muerte, pero en la resurrección venció a la muerte y le quitó su poder absoluto. Él dijo “Yo soy la resurrección y la vida. El que cree en mí, aunque esté muerto vivirá”. Si Jesús se hubiese quedado en la tumba hubiese sido un crucificado más entre los miles de ejecutados.  Pero Él se levantó tal como lo dijo.
Eso le dió un nuevo sentido a la vida, a la muerte, a lo presente y a lo porvenir. A la Historia pasada de la humanidad y al futuro que nos espera. Eso le dió un nuevo sentido a todo.
Por eso, Jesús es el gran resemantizador de la Historia. Resemantizó la cruz. Cuando sólo connotaba sacrificio pagano, castigo, vergüenza y dolor; la convirtió en símbolo de victoria, amor y entrega voluntaria. La convirtió en simbolo de esperanza, de salvación. La cruz representa la intersección del juicio y del amor divino. De seguro Jesús puede resemantizar tu historia personal, tu vida y tu propósito. Él que es el gran resemantizador de la Historia de seguro puede darte un nuevo significado.
 Síguelo, hazlo tu maestro, tu Señor y tu amigo. Sigue sus palabras, confía en su amor y verás que todo cambiará desde adentro hacia afuera. Eso es un hecho.

martes, 11 de febrero de 2014

¿Y si perdieras a tu familia hoy?

Un escritor de canciones y ministro de origen estadounidense, Luther Bridger, llegó con su esposa y sus hijos a la casa de sus suegros para visitarlos. Sería una reunión familiar muy agradable. Luego debería de predicar en una campaña evangelística de ese lugar.

Pasaron un tiempo maravilloso. La familia contenta, los niños jugando, los mayores en una amena conversación y una deliciosa cena. Después, todos a dormir. Pero nadie se imaginaba lo que esa noche iba a pasar.

Unas horas más tarde, la casa estaba envuelta en llamas. Un vecino corrió para rescatarlos e hizo todo lo que pudo. Los abuelos y el esposo se salvaron. Pero la esposa y sus tres hijos murieron asfixiados.

¡Qué dolor! ¡Que llanto! ¡Que sufrimiento! En ese momento pueden surgir mil dudas y preguntas. ¿Porqué a mi Señor? No puedo ni imaginar el quebrantamiento que sintió este predicador y su familia.
Pero en medio de la pérdida, en medio de las lágrimas, las palabras del Señor empezaron a llenar el corazón de aquel viudo. Las promesas de Dios reconfortaron su corazón.

La esperanza superó las preguntas, la fe superó las dudas, el amor superó el dolor, la gracia superó las lagrimas, la paz superó la zozobra. Una paz que sobrepasa todo entendimiento llenó la mente de aquel compositor, que se vio movido por el Señor en esa noche, a escribir uno de los himnos más dulces y alegres que yo he escuchado: He keeps me singing. O como se llama en español: Hay un canto nuevo en mi ser.

Aprendí este himno en la iglesia, de pequeño. Hasta la fecha mi mamá y yo lo cantamos. Cuando uno lo escucha bien se podría suponer que fue escrito en un momento de felicidad o realización personal. ¡Pero cuál fue mi sorpresa al leer la historia de su origen! Me impactó. Me sobrecogió de admiración. Amé la letra y admiré al autor, pero admiré más a quien la inspiró.

Cuando lo canto, me reta a ser agradecido con el Señor siempre. Pero también me infunde paz. Se que, aunque vengan momentos difíciles a mi vida, el Señor no me abandonará y en medio del dolor, se que contaré con Su Palabra, sus promesas, su consuelo y su paz, pero más que todo de su amor y compañía. Él dijo "no te dejaré ni te desampararé."

Acá les dejó una porción de la letra.
La adaptación al español hecha por H. Cotto Reyes.

"Hay un canto nuevo en mi ser
es la voz de mi Jesús,
que me dice ven a descansar
tu paz conquisté en la cruz.

Tengo de su gracia celestial
gozo en su santo amor
y riquezas fluyen a raudal
desde el trono del Señor.

Cristo, Cristo, Cristo
nombre sin igual
llena siempre mi alma
de esa nota celestial...

Por las aguas hondas me llevó;
pruebas en mi senda hallé,
Do áspero sendero él me guio,
mas sus huellas seguiré.

Cristo en las nubes volverá,
bajo el bello cielo azul,
a su lado él me llevará
a vivir en gloria y luz.

Cristo, Cristo, Cristo
nombre sin igual
llena siempre mi alma
de esa nota celestial..."

Fuente de la información: Himnario Celebremos Su Gloria.
Himno No. 156

Puedes ver en este link una versión Big Band con arreglos de Chris MacDonald:
Hay un Canto Nuevo en mi ser - Luther Bridger




jueves, 6 de febrero de 2014

Y aquí entre nos...

Ayer te analicé semiológicamente
de tu frente a tus pies todo es diferente:

Arte efímero en tus labios
y barroco en tu cabello largo
dadaísmo ahí en tus alegatos
y arte gótico en tus garabatos.

Minimalismo en tus razones
impresionismo en tus tacones
Avant-gard en tu mudada
y surrealismo en tu mirada.

Y aquí entre nos...

Todo el arte que busco, lo encuentro en vos.

Por Javier el del Sombrero

martes, 4 de febrero de 2014

¿Causa o Autor?

Siguiendo con la lectura programada de "La Crisis de Dios HOY" de Juan José Tamayo Acosta, me encontré con un par de palabras utilizadas por Kant que me hicieron pensar: Causa o Autor.

Me he topado con un sin fin de personas que dicen creer en D!os. Pero cada una tiene una concepción distinta de D!os y por ende, sus principios y su cosmovisión presenta características muy especiales.

Encuentro personas que creen en D!os pero lo ven como una "Causa". Una fuerza impersonal que provocó un Big Bang y de alguna manera creó lo que hoy existe. Su fuerza y sus leyes están en los principios que rigen la materia, el mundo, la naturaleza. Algunos de ellos incluso creen en un sistema de castigos recompensas pre-seteados de alguna manera en la naturaleza. Lo ven algo así como "Karma". Hago algo bueno y recibo algo bueno. Hago algo malo y recibo algo malo. Es una fuerza que atrae o aleja, dependiendo nuestras acciones. Es una fuerza que resulta de esa gran Causa que de alguna manera asocian a la idea de D!os. Pero al fin de al cabo... un D!os amorfo e impersonal, sin intervención directa en la historia de la humanidad.

Existe otro grupo de personas que creen en D!os como un Autor. Es la figura de alguien (no algo) que se detiene a pensar en una obra de arte. Lo ve en su mente primero y luego lo plasma en un lienzo. La obra puede parecer imperfecta al inicio o durante el proceso. Es algo incompleto en el lienzo y quizá sin sentido. Pero en la mente del Autor el cuadro está terminado. En su previsualización, en su corazón.  Este Autor interviene en el lienzo directamente y tiene personalidad y conciencia.  Quienes ven así a D!os, creen en un sistema de castigo o recompensa en esta vida y/o en la otra que evaluará sus acciones y dará a cada uno según su obra.   Dentro de este tipo de personas hay ideas en común y otras muy distintas o antagónicas.

Los segundos pueden entrar en una antromorfización de D!os, reduciéndolo a un concepto humano solamente y perdiendo de vista su naturaleza infinita e incomprensible. Para muchos de ellos, este Autor no pinta para sí mismo sino para la obra en proceso. Dicen "yo soy la obra y el Autor pinta para mí". Y la obra se ve a sí misma como fin y propósito máximo. Se ve a sí misma como causa del Autor. Es como decir... que la obra de arte hace al Autor y no el Autor a la obra de arte.  Como si la pintura fuese creada para sí y no para complacer al Autor.

Pero el Autor no pinta para complacer a la pintura o a la obra de arte. Pinta para complacerse a sí mismo, pues en su obra encuentra recreación. Luego, por ser la obra maestra una obra de sus manos, en la cual ha invertido parte de sí... la amará.  No por lo que pueda valer en el sentido material o monetario, sino por el valor en sí de ser una obra propia.

Por eso, sin caer en el concepto que reduzca a D!os a un simple Autor que trabaja para mí, es más bien un Autor que trabaja para sí. Yo solo soy su obra y como obra suya Él se complace en mí. Y valgo porque Él ha dejado parte de sí mismo en mí.

Creo en D!os como Causa, por ser una fuerza inverosímil y el Ser infinito que yo jamás lograré comprender. Pero creo también en D!os como Autor, que ha mostrado su personalidad y su plan creativo en medio de este proceso incompleto de nuestra existencia. ¿Pero cómo nos ha mostrado su plan?  A través de su Hijo Jesucristo del cual la Historia y los evangelios históricos han dado testimonio. Y un testimonio dado con una voz tan contundente que ni los siglos que han venido y devenido con decires místicos, filosóficos, metafísicos y científicos han logrado acallar.

El evangelio de Juan dice que en el Principio era el Verbo. Y el Verbo estaba con D!os y era D!os. Y por Él, todas las cosas fueron creadas. Y sin Él nada de lo que ha sido hecho, hubiera sido hecho. Y en otra parte Juan afirma "hemos visto su gloria". Sí. Lo vieron y lo palparon. Caminó con ellos. El Verbo y el Autor de la vida.

En esa Causa y en ese Autor... creo.

lunes, 3 de febrero de 2014

LECTURA RECOMENDADA: Dosis de calorías perdidas

Dosis para la vida: Dosis de calorías perdidas: Baje 37 libras en 11 meses. Escribo de esto no para resaltar el logro, sino para resaltar que hice algo que nunca me imagine que iba a po...

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UNIDAD–CAPACITACIÓN–DESARROLLO: ¿Por qué necesitamos de Jesús?: Mientras avanzo en mi lectura del libro Mere Christianity de C. S. Lewis, parte de varias metas trazadas para 12 semanas, ha resonado en mi...