En la ciudad hay un pábilo que humea
El viento no puede ahogarlo sea como sea
Tratan de pisarlo violentos y tiranos
Tratan de asfixiarlo con sus propias
manos
En el ambiente contaminado por el humo
Queda una pizca de aire puro como un
grumo
Una molécula pequeña de esperanza
Que se hace grande mientras canto una
alabanza
Que venga tu Reino, que venga tu Reino
Que se haga en la tierra conforme a tu
voluntad
Que venga tu Reino, que venga tu Reino
Que tu justicia y tu verdad inunden toda
la ciudad.
En el asfalto sucio de la carretera
Se alza una flor como se alza una bandera
No la han podido arrancar de sus raíces
Aún cuando tratan con desdén los
infelices
En el área rural y en el camino urbano
Parece que el sol se olvidó de los
humanos
Pero por más oscura que la noche parezca
Yo esperaré tu luz cuando el tiempo
amanezca
Que venga tu Reino, que venga tu Reino
Que se haga en la tierra conforme a tu
voluntad
Que venga tu Reino, que venga tu Reino
Que tu justicia y tu verdad inhunden toda
la ciudad.
(Encuentro ánimo y fortaleza en la esperanza
escatológica, el regreso del Rey de Reyes, que a su tiempo traerá perfecta justicia
a la tierra)
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