Fingir que estoy bien
esgrimando el mal momento
con bromas secas
y una sonrisa ensayada…
que inútil resulta
porque mis ojos me delatan
mostrando mi desgaste
y mostrando mi disgusto.
comiéndome los minutos
que se pasan lentamente
con una hamburguesa fría
y una charla congelada.
rogando no se vuelva
en un combo agrandado
como se agranda mi ajenjo
al degustar tu felicidad.
Felicidad ajena
que por más que intento
no logro hacer mía
ni lo lograré jamás.
Es sólo comer y fingir
es sólo amar y no amar
porque odiar nunca podría
digerir y fingir bien...tampoco.
por Javier el del Sombrero
sábado, 29 de enero de 2011
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